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Si sabemos observar, el color hace aflorar en cada uno de nosotros unas emociones. No se trata sólo de lo que nos gusta o nos disgusta, sino de identificar qué sensaciones despiertas para sentir más afinidad hacía unos colores que hacia otros. Hay colores que nos transmiten bienestar, placer, tranquilidad, alegría, inquietud, tristeza… ¿Cuáles son los colores que te gusta ver en tu casa? En este artículo vamos a desgranar las emociones que van ligadas a cada color, queremos descubrirte la psicología del color en el hogar y el home staging.

BLANCO.-

En muchísimas culturas es el color elegido para representar la pureza y la inocencia.

Aplicado a los espacios, aporta amplitud, luminosidad y honestidad. Además despierta una sensación de limpieza, paz y tranquilidad.

Es un color imprescindible para agrandar espacios pequeños, con techos bajos o zonas interiores sin luz natural.

AMARILLO.-

Es el color representativo de la luz, de la claridad, del oro.

Lo relacionamos con la felicidad y la acción y es un color del que siempre se ha dicho que favorece la creatividad.

Sin embargo, en exceso podría llegar a irritar y a provocar fatiga visual, por eso, en el hogar, si se usa en paredes, es conveniente que se use en tonalidades claras y en la decoración utilizarlos con pequeños puntos de color en textil o piezas ornamentales.

ROJO.-

Es un color que capta la atención, nunca pasa desapercibido a nuestros ojos.

Está asociado al estímulo, la pasión, el dinamismo, la fuerza vital y el peligro.

Tiene en sí tanta fuerza que no conviene usarlo en zonas de descanso de la casa, como los dormitorios.

NARANJA.-

A este color se le relaciona con el entusiasmo y la acción y tiene el poder de reflejar a la vez emoción y calidez.

Podríamos decir que es el color más optimista del arcoíris aunque aplicado al hogar es conveniente utilizarlo en pequeñas dosis, sobre todo si son tonos fuertes que pueden asociarse a la agresión.

Si te gusta el naranja elige dentro de la gama tonos suaves, amigables y confortables que aporte ese aspecto cálido al hogar.

AZUL.-

Es el color del cielo y del mar. Representa la tranquilidad, la frescura y la inteligencia.

En los espacios de la casa donde tenemos este color, se transmite sensación de confianza y seguridad.

VERDE.-

Es el color del crecimiento, de la renovación y el renacimiento.

Se asocia a la salud, a la Naturaleza, la frescura y la paz.

Si eliges tonalidades más suaves para ciertas zonas de la casa, te aportarán relajación y  bienestar.

MORADO.-

Representa la elegancia, pero también está asociado al misterio, la nostalgia y la espiritualidad.

En dosis justas proporciona calma y sofisticación en las estancias de la casa.

ROSA.-

Es el color de la dulzura, de la delicadeza, del encanto y la cortesía.

Funciona muy bien en aquellos espacios que queremos que generen sensación de protección y de tranquilidad.

GRIS.-

En nuestra cultura está asociado a la paz, la tenacidad y la tranquilidad.

Ha sido un color muy usado en los hogares, tanto para paredes como para textil, sin embargo, necesita ser equilibrado con otros colores vivos que le aporten alegría.

NEGRO.-

Es el color de la elegancia, la formalidad, la sobriedad y el lujo y genera emociones fuertes.

Podríamos decir que es un color autoritario, por lo que es conveniente usarlo con moderación en el hogar.

MARRÓN.-

Es el color de la madera y el otoño, nos evoca el hogar, la calidez, espacios agradables.

El color, el dominio de las Home Stagers

La Psicología del color es un conocimiento que manejan las Home Stagers profundizan en la utilización y potencial del color en las casas que van a preparar para la venta o alquiler con este método.

El color es todo un “mundo” con el que generar sensaciones 

Cuando se trata de iluminar estancia, nos entran muchas dudas. La luz en cualquier espacio es fundamental para crear una atmósfera adecuada a la tarea que se realiza en el ambiente. El caso del comedor es especial, puesto que la lámpara en sí decora y forma parte del conjunto, pero la luz que emite también juega un papel fundamental.

Luz directa para iluminar el comedor

La luz que recibe directamente la zona de la mesa en el comedor debe de ser directa para iluminar bien sin sombras la superficie. Pero al mismo tiempo no debe deslumbrar a los comensales, solo así la velada se prolongará cómodamente hasta bien entrada la noche. 

¿Cuáles son las bombillas más adecuadas para iluminar el comedor?

Lo más importante a la hora de iluminar bien el comedor es que el tipo de luz que emita la bombilla sea cálida. Esto está relacionado con el concepto de temperatura del color, que se mide en grados Kelvin (K). Debes escoger un tipo de luz blanco cálido (dentro de que en el espectro que abarca hay más amarillentas y más blanquecinas. Una luz cálida, ligeramente amarillenta, está en 3.000 K). Para el comedor necesitas entre diferente cantidad de lúmenes según el tamaño del comedor. Estas anotaciones te servirán de guía: para un comedor de 6 m2 – 2.580 lúmenes. Para uno de 9 m2 – 3.880 lúmenes. Para 12 m2 – 5.170 lúmenes. Y para 20 m2 – 8.620 lúmenes

Además, la luz que emita la bombilla no debe distorsionar los colores. Para ello, debes tener en cuenta que el Índice de Reproducción Cromática (CRI) debe ser alto (a partir de 80). Si la bombilla permite regulación, tendrás la opción de usar la luz en diferentes momentos, creando ambiente en todo el espacio. Concretamente en la zona de comedor, piensa que no es necesaria la misma intensidad cuando se cena que si jugamos a un juego de mesa. Todas las bombillas de led aportan ahorro, eficiencia y durabilidad y no emiten calor.

Medidas a tener en cuenta para iluminar bien

La lámpara del comedor debe ser al menos 30 cm más pequeña que el sobre o tapa de la mesa. Y esta debe estar situada a 50-80 cm de distancia entre la mesa y la lámpara, así no deslumbrará al comer, pero tampoco entorpecerá la visión entre los comensales sentados.

Iluminación general, puntal y acentual en el comedor

La iluminación general del comedor es aquella que aporta luz por completo al espacio. Suele ser de techo con focos discretos o conseguida con lámparas sobre aparadores o modelos de pie. Es raro contar con ella en comedores pequeños, donde la lámpara de techo sobre la mesa actúa como solución de iluminación general y puntual. Así, como decimos, la puntal es la lámpara de techo que ilumina la mesa de comedor y la acentual ilumina objetos o zonas especiales: un cuadro, una mesita, un arreglo floral…

El haz de luz: cerrado o abierto

El diseño de la lámpara o lámparas que escojas para iluminar el comedor influirá en la manera en que proyecte el haz de luz, más cerrado o abierto. Los haces cerrados son mucho más puntuales y necesitarás más para iluminar una lámpara rectangular. Los abiertos abarcan más y proyectan hacia los lados.

¿Tu peque se ha hecho mayor y ha llegado el momento de dejar atrás la decoración actual? En este artículo encontrarás ideas sobre cómo cambiar una habitación infantil a juvenil y adaptarla a sus nuevos gustos.

???? Algunas ideas clave:
✔ La habitación de un adolescente es su pequeño refugio, por eso es importante que además de funcional se ajuste a sus gustos y pueda expresarlos participando en la decoración.
???? No siempre tenemos tiempo para hacer las mejoras nosotros mismos, por lo que puedes encargarte de la planificación y dejar la ejecución a profesionales que hacen Home Staging
✔ Si crees que aún es pronto para pasar a una habitación más juvenil, puedes encontrar ideas para decorar una habitación infantil en este artículo.

La primera pregunta que tienes que hacerte es: ¿Éste es el momento en el que debemos cambiar la habitación?

Hay que tener en cuenta que los tiempos varían para cada persona, y no hay una fecha concreta en la que tenga que hacerse el cambio. Sólo cuando ellos están preparados para hacerlo y empiezan a tomar la iniciativa.

Quizás un cambio radical sea demasiado brusco ya que durante las primeras etapas de la adolescencia conviven sus nuevos gustos con los antiguos. Por ejemplo poner pósters de sus series favoritas o similares pero a la vez mantener su rincón de peluches infantiles.

No pasa nada por combinar ambos mundos, porque en realidad ellos están pasando por una fase de descubrimiento de sus propios gustos personales, de afianzar su personalidad e irán tentativamente adquiriendo nuevos gustos que irán reflejando en su habitación.

Otros en cambio serán flor de un sólo día. Por eso es importante que nuestra decoración sea lo más versátil posible y se adapte a esos cambios.

Ten su opinión en cuenta y pueden tomar tomar decisiones fáciles como el estilo de decoración que quieren, el color predominante de la nueva habitación o los textiles.

Cómo cambiar una habitación infantil a juvenil en 5 pasos.

Aún así, sí que surgen nuevas necesidades en materia de decoración de la habitación en las que podemos intervenir y que no son tan personales.

Pasamos a analizarlas una a una.

1 / Negociar salidas y hacer inventario de lo que se necesita

Como primer paso te recomiendo empezar por planificar qué se quiere cambiar de la habitación y qué necesitarás reemplazar. Esta es una fase de negociación ya que como hablábamos más arriba, puede que esté preparado para dejar ir ciertas cosas pero otras no.

Haz un pequeño inventario de qué cosas sí quiere dejar ir y qué vas a hacer con ellas: vender de segunda mano, donar / regalar o tirar.

Si hay muebles que son muy infantiles, porque tienen forma de animal por ejemplo o de habitación de bebé o que ya le quedan pequeños, sillas y mesas de altura infantil o que ya no tienen utilidad, es el momento de pasar de página. Ese espacio te vendrá perfecto para hacer redistribución y sitio para las nuevas necesidades en cuestión de espacio que tiene.

Un pequeño dibujo de cómo quedará la habitación tras la remodelación te ayudará mucho en el proceso.

2/ Pintar de color neutro la habitación

Antes de empezar la remodelación de muebles y cambiar la distribución, quizás el cambio más sencillo y radical sea pintar la habitación. Sobre todo si tenía un color pastel o papel pintado infantil.

Aunque podemos preguntarle cuál es su color favorito, mi recomendación es tirar hacia algún color neutro que combine perfecto con el cóctel de colores y estímulos que suele ser una habitación decorada por un adolescente. La apuesta por una tonalidad de gris claro o blanco es un acierto seguro.

Así, sea que se llene de distintos pósters o láminas, de funkos y figuritas o de luces neón para gamers… el color de la pared será perfecto. La opción de pintar gana frente al papel pintado ya que éste último es mucho más caro y nos “dolerá” más que sea maltratado con chinchetas, celo o similares y no les da tanta libertad para decorar espontáneamente.

3/ Acomodar una zona de estudio.

A medida que avanzan en los cursos escolares en Primaria cada vez se hace más necesaria una mesa de estudio para que puedan hacer sus deberes y estudiar. Sin embargo, puede que hayas optado por una mesa de dimensiones infantiles o algo temporal.

Con el paso al instituto una zona de estudio cómoda, con un escritorio amplio y con la altura adecuada, se hace indispensable.

Ya que pasarán bastante tiempo allí, también es una buena inversión una silla ergonómica, que tenga una cajonera o similares para meter allí sus materiales, libretas y recambios.

4/ Añadir zona de almacenaje u optimizar la que existe.

Las zonas dedicadas para que puedan almacenar ropa, zapatos, libros, videojuegos, etcétera verás que se quedan pequeñas enseguida y cada vez necesitan más espacio ya que:

• Suelen comprar más a menudo tanto ropa como aquellas cosas que le gustan.
• La ropa es más grande y por tanto donde antes cabían 4 cosas ahora caben la mitad.

Para que no sea necesaria una inversión excesiva en muebles de almacenaje, te recomiendo la fórmula de:

1. «Dejar ir» aquello que ya no usa
2. Reorganizar los armarios y cajones con sistemas de almacenaje pequeño para que quepan más cosas
3. Y añadir sólo aquello que sea indispensable, como quizás estanterías.

5 / Buena iluminación

Hasta ahora una luz ambiental era suficiente para jugar o pintar, pero para estudiar o leer necesita de una buena iluminación, por lo que es aconsejable tener puntos de luz en la zona de estudio, de la cama y en caso de habitaciones grandes en otro lugar donde suela estar para leer, jugar o similares.

Desarrollar criterio práctico y estético para combinar las lámparas del salón comedor te resultará muy útil para ganar confort en el espacio.

Se dice que la cocina es el corazón de la casa porque es nuestra base de operaciones para cubrir una necesidad tan básica como la alimentación, y por el tiempo que se pasa en ella. Pero el salón-comedor bien puede ser el alma de una casa. Hay que darle la importancia que se merece.

Cómo debes combinar las lámparas de tu salón comedor

No se trata solo de saber cómo combinar lámparas de techo, hay más. Ten en cuenta que cuanto más variadas sean las actividades que realizas en el mismo espacio, más versátil tendrá que ser la iluminación. Y, para ganar versatilidad, nada mejor que conocer diferentes tipos de lámparas y funcionalidades.

1. Considera el uso del espacio

En un salón-comedor tienen lugar los almuerzos y las cenas, las charlas, las siestas, las sesiones de cine y televisión, las de lectura e incluso algunas de estudio y/o trabajo. Como mínimo.

Es decir, en ocasiones necesitarás una luz potente y homogénea, y otras veces querrás un ambiente más suave y tenue. ¿Cómo se consigue? Combinando bien. Veamos qué se usa con más frecuencia en el salón.

Lámparas de techo

En este apartado tienes varias opciones. Una de las más recurrentes son las lámparas de techo, cuya principal ventaja es que aportan a la estética de la distancia.

Piensa, por ejemplo, en un par de lámparas apuntando directamente a la mesa del comedor. Proporcionará luz suficiente a la hora de la cena, mientras los niños hacen los deberes o cuando estás respondiendo correos electrónicos.

Otra opción son los downlights. Se trata de luces empotrables en cuyo interior se colocan una o varias bombillas. A su atractivo estético se suma la tecnología LED y su máxima eficacia a la hora de iluminar y evitar reflejos.

Una alternativa a los downlights son los plafones que, a diferencia de los anteriores, se montan en superficie. También son capaces de proporcionar una luz suficiente y homogénea.

Lámparas de pie

Son las más utilizadas para recrear una luz ambiental, es decir, aquella que va más allá de lo utilitario. Son las que usarás en momentos como leer o ver la televisión, y puedes encontrar modelos a la última que llevan la versatilidad a otro nivel: con intensidad regulable, con una o varias luces, etc.

Además, hay lámparas de pie capaces de vestir una estancia por sí solas con su diseño. También juegan un papel fundamental en la estética.

Luz indirecta

La luz indirecta es la que generan las fuentes que no quedan a la vista. Como su propio indica, no iluminan directamente, sino que proyectan la luz sobre paredes o techos. Sirve para recrear luz ambiental o para evitar una luz demasiado potente que genere sombras dramáticas.

Una de las mejores opciones para usar la luz indirecta en el salón son las tiras de LED. Puedes colocarlas tras el mueble de la televisión o el sofá, o bien aprovechar las molduras del techo. Contribuye a personalizar el espacio y al confort visual.

Luz de pared y de detalles

Se usan como complemento a la iluminación general del techo, y puedes optar por lámparas de pared o apliques. Se emplean frecuentemente en salones grandes y junto a objetos a los que se quiere dirigir la vista, como las obras de arte.

También puedes utilizarlas como foco auxiliar cerca de espacios de trabajo. En ese caso, lo mejor es que optes por algún modelo que te permita dirigir el foco, como si se tratara de un flexo.

2. Distribuye bien

Uno de los puntos clave en la iluminación del salón-comedor es la mesa. Las lámparas colgantes están entre las más utilizadas para iluminarlas, y lo recomendable es dejar entre 50 y 80 cm entre ellas. Todo depende, claro, de sus dimensiones.

Si quieres diseñar toda la iluminación, lo ideal es que midas la estancia y la dibujes a una escala de 1:50, que es la más empleada (cada metro representa 2 cm en el papel). Ubica los puntos de luz teniendo en cuenta las dimensiones y el uso del espacio, tal y como te hemos explicado más arriba.

A la hora de colocar las luminarias, ten en cuenta su ángulo de apertura. Es una información que debe estar bien indicada, y que en Buyled te proporcionamos. Por ejemplo, una luminaria con un ángulo de apertura de 90º iluminará una circunferencia de 4,8 m bajo ella, contando con que está a unos 3 m de altura.

3. Combina estilos

Al combinar lámparas de techo en el salón comedor, lo más frecuente para encontrar la armonía es diferenciar usos. Sobre la mesa puedes instalar una o varias lámparas iguales, y en la zona del salón irá otro modelo que incluso puede tener un estilo diferente. Serán, pues, dos lámparas diferentes en el salón, y estarás usando la estética para delimitar espacios.

La anterior es una práctica frecuente, pero no tiene que ser la norma. Si te gustan los espacios eclécticos, tus ideas de iluminación para el salón-comedor estarán aún más orientadas a la mezcla. Por ejemplo, puedes usar sobre la mesa varias lámparas a diferentes alturas con pantallas de colores.

Las claves para combinar lámparas en el salón comedor son considerar el uso del espacio, distribuir de la manera acorde a las dimensiones y usos y cuidar el estilo decorativo. No solo con una función estética, sino de delimitación de espacio.